No quiero catorces de Febrero, ni feliz cumpleaños. Quiero
recordar el frío de invierno cuando no me abrazas y olvidarme de él al
instante, y hablando de frío ya no sé si viene de dentro o de fuera. Quiero
leer tu mente en tu sonrisa, y vivir de todo lo breve de la vida a tu lado.
Quiero muchas cosas más; quiero que vuelvas, que vuelvas y vuelvas a venir, sin
tener que irte. Siente que he pasado sin ti siete días, pero quinientas noches.
Siento unas ganas inmensas de lanzarme, sin pensar lo que venga después. Y
siento que odio al tiempo, por jugar con las horas a sus anchas, acortándolas
cuando estoy contigo y haciéndolas infinitas cuando estoy sin ti. Simplemente
siento, y siento gracias a ti. Nunca pensé que alguien pudiera tener tanto
poder, pero lo descubrí, lo descubrí en el poder de tus labios cuando me besas.
Vuelvo a quererte y otra cosa más; quiero que mueras por mí. Y morirme contigo
si te matas, y matarme contigo si te mueres. Porque el amor cuando no muere,
mata. Porque amores que matan, nunca mueren.
No hay comentarios:
Publicar un comentario